En las sombras del concreto, entre ramas y cartones, los gatos del Parque Kennedy
transitan en silencio, tan presentes como invisibles. Esta serie busca revelar esas
existencias que, aunque constantes, muchas veces pasan desapercibidas. No se trata solo
de animales en situación de calle, sino de seres que han hecho del espacio público su
territorio, su refugio, su mundo.
A través del blanco y negro, se despoja lo ornamental para centrarse en la mirada, la
textura, la actitud. Cada imagen es una pequeña historia, un instante en que el animal
revela algo de su esencia, algo de lo que somos como sociedad.
Esta es una serie sobre la dignidad en la marginalidad, la vida que se abre paso con
elegancia felina. Estas son sus presencias. Y ahora, también las nuestras.